La primera línea


Permanentemente buscamos recordarnos la importancia de mantener contacto con la primera línea, es decir con ese conjunto de empleados que entran en contacto directo con la cosa administrada, ya sea el cliente, la producción fabril o el bien que comercializamos.

La teoría debe convertirse en práctica. Hay muchas maneras de mantenerse en contacto con esta primera línea. La principal es “in situ”. Es sorprendente la manera en que podemos ver las cosas en una visita personal y/o estando en el terreno. Sorprende también como se ven los plazos, los papeleos, los niveles de decisión y en general la logística de nuestra compañía. También ayuda, manejar una política de puertas abiertas con nuestra gente. Facilitar nuestras coordenadas para que este personal entre en contacto con nosotros en caso de que sea necesario. Esta actitud nuestra deberá ser explicada apropiadamente a los mandos directos a fin de que no hayan malos entendidos o desautorizaciones.

Este contacto con la primera línea ayuda también a que ellos comprendan mejor hacia donde nos dirigimos. Se destacan también aspectos relacionados con la motivación y el espíritu o clima organizacional positivo.

El clásico de “no matar al mensajero” será algo que convendrá tener en cuenta. De alguna manera tendremos que administrar nuestra ansiedad ya que a nuestro regreso vamos a querer cambiar muchas cosas de mucha gente. A su vez esta gente tendrá motivos, expondrá situaciones y dará explicaciones que convendrá escuchar serenamente para interpretar mejor lo que ocurre. Lo que no debería pasar es que todo siga igual, al contrario, si encontramos situaciones buenas, probablemente tendremos que trabajar para mejorarlas y si encontramos situaciones malas, con más ahínco trabajar rápidamente para corregirlas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario