Enemigos, conflictivos y afines...

Enemigo es la expresión radical de la enemistad, el antagonismo exacerbado o el desacuerdo extremo, innegociable e intolerante entre entes sociales, políticos, religiosos, etc. *

Es una palabra fuerte por cierto, que deberíamos utilizarla en la menor cantidad de casos posibles o inclusive no utilizarla. A su vez, hemos de admitir su existencia si así se dan las cosas y afrontarlo con sabiduría, astucia, inteligencia y demás.

Una amiga con mucha luz,  hace poco me alentó con sus palabras ante hechos que estaban afectando mi vida vinculados a mi ex esposa. Me relató una enseñanza oriental respecto del alacrán. Este es muy agresivo por naturaleza, lo que debemos hacer para tratar con él, es evitar que nos pique, no podemos hacer otra cosa, no es posible ir contra ella (su naturaleza).  Hay entonces ocasiones donde este razonamiento podrá ayudarnos a manejar airosamente situaciones de nuestra vida personal y/o empresarial.

Cotidianamente nos encontramos con los conflictivos. Tanto en el ámbito interno como externo. Vuelvo a repetir, en muchos casos razonar no tendrá mucho sentido, solo tendremos que minimizar riesgos y evitar ser perjudicados. Luego siguen aquellos donde es factible el razonamiento o la negociación. Evidentemente si se requiere negociación es porque hay conflicto y por ende lo primero que ambas partes tienen que admitir es que este existe.

Andy Grove en una de sus obras, describe al "asesino moral". Este es digno de ser tenido muy en cuenta porque sus actitudes, acciones o comentarios corroen la moral del grupo o equipo de trabajo y pueden contaminar a toda una organización.

Ahora bien, hemos de ser muy éticos y sinceros con nosotros mismos para diferenciar aquellos que discrepan profesionalmente de nosotros o de una política de la empresa o de una decisión, de los casos arriba citados. Es propio de los inseguros y mal intencionados, tipificar negativamente a ciertas personas injustamente y eso es algo que no podemos ni debemos permitirnos.

Nuestras respuestas han de estar acorde a los hechos debiendo estos ser analizados lo más objetivamente posible. Debe haber siempre un lugar para valorar la honestidad de expresar lo que se piensa o se siente, la lealtad de avisar o tratar a tiempo un problema o el cumplimiento de la palabra empeñada como aporte ante una situación de conflicto.

Serán entonces estas situaciones también temas cotidianos que habrá que saber manejar para lograr un desempeño exitoso. Recuerde siempre que aún recurriendo a un asesor (ni que hablar los jurídicos) usted será siempre que que deba tomar la decisión y afrontar responsabilidades y consecuencias. No es problema de ellos y cobrarán ya sea que hayan acertado o no en su consejo. Lamentablemente estos no siempre se hacen encontrar cuando les necesitamos y ni que decir, elaborar a fondo estrategias que verdaderamente defiendan nuestros intereses. Muchos podrán decir que esta afirmación es temeraria y que como en toda profesión hay excepciones, sin embargo, contrastado con la realidad, cada cual sabrá sacar sus conclusiones respecto a este punto y coincidir o no con las apreciaciones del autor de esta página.
*Wikipedia

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