Posiblemente, en estos primeros días del año te apresurarás a ponerte al día de todos esos temas que dejaste los últimos días del año pasado en tu carpeta de pendientes... Y posiblemente también hallarás conveniente analizar un poco que vas a hacer este año que se inicia. Hemos de convenir que la mayoría, tanto por formación profesional como por fuerza de esa corriente que nos rodea, reconocemos que es conveniente e importante realizar este ejercicio, el tema es si verdaderamente lo hacemos, como lo hacemos y en que medida luego lo tomamos en cuenta. Es verdad también que la inercia hace estragos en la naturaleza como efecto físico y también en el interior de cada uno de nosotros muy a pesar de alguno que otro esfuerzo que ponemos en ello.
"Los Planes pueden definirse como diseños o esquemas detallados de lo que habrá de hacerse en el futuro, y las especificaciones necesarias para realizarlos. "* Estas definiciones tan compactas las encontramos en nuestros materiales de estudio y por su puesto lucen como un mandato tan claro y concreto como las reglas del principio matemático de Luca Pacioli.
Sabemos que hay planes estratégicos, tácticos o funcionales, operativos....pero lo importante de todo esto en este momento, es que antes de entrar en la vorágine de lo cotidiano nos señalemos a nosotros mismos algunos puntos concretos que nos ayudarán sin lugar a dudas tanto en nuestro desempeño profesional como en nuestra vida interior y particular.
Convendrá una vez más (o tal vez por primera vez a fondo) exteriorizar con la mayor precisión posible aquellas cosas que queremos y como las queremos. En general, solemos ser muy buenos más bien para confeccionar una especie de lista de pedidos a Dios o a aquellas entidades a las que les tenemos devociones. En el ámbito profesional pues somos un poco más sofisticados pero en el fondo, el punto que quiero destacar es que hemos de ser concretos, no condicionarnos desde el vamos y por encima de todas las cosas definir claramente, que se trata de aquello que deseamos desde lo más profundo ya sea de nuestras convicciones o desde nuestra libertad y derecho supremo a realizarnos y ser felices.
El ámbito profesional es una expresión (tal vez una de las más importantes) de lo que queremos o de lo que creemos que estamos llamados a hacer en esta vida. Por lo tanto es muy importante que primero definamos o declaremos que es lo que queremos para nosotros mismos e inmediatamente después declaremos que queremos, que esperamos, en nuestro desempeño profesional.
En este punto habrá que detenerse principalmente para tener claro si donde estamos o lo que estamos haciendo sintoniza con lo primero que tenemos que definir (o sea hacia nosotros mismos). De lo contrario, como le ha pasado y le pasa a generaciones enteras, viviremos un eterno presente de insatisfacción con meras situaciones agradables que solo prolongarán ese sentimiento de búsqueda sin respuestas o sin destino donde llegar.
Me dirás que hay todo un mundo que nos condiciona. No soy de los que te dirá que nada importa y que igual podrás lograr lo que te propongas. Es de necios simplificar el proceso y sería apreciarte muy poco si te dijera que no lo tengas en cuenta. Sin embargo como lo dijera Shakespeare: "Nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira". Y te digo esto porque, como he aprendido gracias a lecturas paralelas a las religiosas y formativas tradicionales, muchos de esos obstaculos o condicionamientos que vemos en nuestro camino no son más que aquello que de esa realidad está dibujado en nuestras mentes. Algunas veces gigantes invencibles, otras veces oportunidades insignificantes indignas de aprovechar.
Examínate en estas cuestiones y como dice también el dicho emanado de la biblia, el resto lo recibirás por añadidura.
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