Definitivamente que cada persona tenga muy claro cual es su trabajo y que se espera de él es un factor de éxito en todo tipo de organización, cualquiera sea su tamaño o especialidad.
Como otras veces señalamos, estos conceptos los recibimos claramente en la universidad, sin embargo, en nombre de pasar de la teoría a la práctica, o en nombre de la velocidad a la que nos movemos o al vez a que lo único constante es el cambio, nos exponemos a abusar de todo esto y finalmente obtener resultados por debajo de lo que podríamos obtener.
Como siempre apelando un poco al recuerdo y a lo pintoresco de ciertos personajes de tv, podríamos fijarnos en aquello que veíamos de niños. En esas series claramente cada personaje tenía un papel que desempeñar. Con alguno que otro matiz, programa tras programa, era previsible el aporte de cada uno y por lo tanto también estabamos seguros de que el resultado sería exitoso, con el triundo de los buenos. Aunque resulta obvio, debemos revisar nuevamente en primer lugar si nuestra gente tiene totalmente claro aquello que debe hacer y aquello por lo cual será efectivamente evaluado. Hace unos días me comentaron un caso de un director de empresas que en los últimos seis meses ha cambiado frecuentemente de asistente. Al cabo de un primer análisis, lo primero que se detectó es que las personas seleccionadas eran idóneas pero que el alto grado de incertidumbre respecto a sus tareas específicas y la diferenciación de lo urgente y lo importante fué una constante que generó el alejamiento por propia voluntad o por voluntad del director de cada una de estas personas.
De la misma manera suele ocurrir con conflictos de jerarquía. En la vida militar posiblemente sea más fácil porque los rangos son señales claras de quien en un momento determinado está arriba o abajo y las soluciones se facilitan. Así por ejemplo Nelson era Almirante, el Capitán de Fragata Lee era el comandante del submarino propiamente dicho. Había un capitán de Corbeta, sargentos, cabos, etc... Era frecuente que en casos de tensión la situación se resolvía con "es una orden", independientemente de la libertad que tenían para intercambiar pareceres antes o durante un proceso de decisión. Sin embargo este es un punto que tiende a descuidarse. Muchas veces por exceso y otras veces por defecto.
Particularmente todos tenemos que tener muy en claro por qué aspectos de nuestros desempeños, seremos evaluados "principalmente". En que medida las contribuciones pesan o en que medida las eventuales actividades paralelas son consideradas. Evidentemente hay muchos gerentes o directores que aprecian más la "ductilidad" de su ejecutivo dando por sentado que este es bueno en lo que originalmente se previó que realizara. Este punto en particular deberíamos llevarlo a la reflexión y procurar demarcarlo lo mejor posible para obtener lo mejor que cada uno puede dar.
El Señor Spock por ejemplo tenía en su naturaleza un compente de aplicación de la lógica muy marcado y por lo tanto a la hora de lo "emocional" tenía cierto grado de dificultad para manejar situaciones, por ende su exposición a ello era más bien moderada o tomada como desafío. En cambio el Capitán Kirk era bueno improvisando, aunque siempre involucarba a sus especialistas a la hora de algo bien específico, ya sea de comunicaciones o medicina.
No está demas recordar el fuerte vínculo existente entre la personalidad y el caracter de nuestra gente con las especificaciones del cargo. Enfatizo en esto porque solemos pensar en que por que alguien es comercial será el más idóneo por ejemplo para negociar, sin embargo no necesariamente siempre esto ocurrirá. Cualquiera que sea la especialidad, hay muchas personsas que no desean ser expuestas a improvisaciones o cosas fuera de un plan o simplemente de su rutina diaria. Otros por su parte, no ven la hora que "surja algo" para salirse de lo que están haciendo.
No nos defendamos diciendo que es "obvio" lo que se espera de cada uno. Tampoco que sus tareas le fueron explicadas por quien se fué o por un empleado más antiguo. Cerciorémosnos e inclusive pidamos opinión o deliberemos, podríamos encontrarnos con sorpresas tanto positivas como negativas al respecto. Con esto más claro que de costumbre,construiremos relaciones mucho más estables y constituirán un factor clave para el exito de nuestro desempeño profesional.
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