Imprevisión & Improvisación

Hace unos años vimos una película protagonizada por Tom Hanks sobre la gran hazaña protagonizada por tres astronautas y un sinnúmero de técnicos y especialistas que desde tierra ayudaron a los primeros a regresar luego de una gran falla (explosión) que se produjera en la nave que los conducía a la Luna.

Verdaderamente la película, pero obviamente los hecho ocurridos, son un compendio de administración en los diversos campos que cubre. Particularmente me referiré a la gran capacidad de improvisación que tuvieron tanto los astronautas como los que estaban en Tierra.

Pero nos estamos refiriendo una genuina improvisación fruto de un conjunto de hechos que muy a pesar de los grandes esfuerzos de la epoca por controlar, igualmente ocurrieron. En ese proceso, gracias a la alta capacidad de los internivientes, su indiscutida idoneidad, temple de acero, valentía y fe, se lograron resultados verdaderamente heroicos. En  esa misión al igual que en muchas otras, hubo muy poco lugar para la imprevisión, al menos con los conocimientos, tecnología y demas recursos disponibles.

Contrasta esta heroica y genial improvisación con esa de la que abusamos por culpa de nuestra imprevisión. Debemos combatir el mal hábito de contrarestar nuestra imprevisión con la presión ejercida en la estructura organizacional para que improvisen soluciones. Cuando dejamos gestiones para última hora, cuando falta logística, cuando falta personal idóneo o cuando ocurren desagradables accidentes con pérdidas materiales y algunas veces humanas.

Apollo 13 es una lección para gerentes exitosos o que buscan el éxito. Y es también un fuerte llamado de atención respecto a lo que debe y no debe ser la improvisación, junto con el trabajo que tiene que implicar la prevención, no necesariamente de accidentes sino al contrario, de cuestiones operativas, cotidianas y fundamentales para que el funcionamiento de nuestras unidades de negocios sean las adecuadas y nos orienten hacia el exito.

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