Hace unos once años
aproximadamente, se leía en The Economist, un artículo de Peter Drucker donde
expresaba sus reflexiones acerca del futuro. Uno de los ítems refería a la
nueva fuerza de trabajo, en una sociedad donde el conocimiento prevalecería por
encima de otros factores. “Entre sus
rasgos característicos se puede mencionar: que no tendrá fronteras; provocará
además una gran movilidad social que permitirá el ascenso de los individuos con
talento, que por otra parte será facilitado por el mejor acceso a la educación;
que producirá fracasos y no solo éxitos, ya que muchos tendrán la capacidad y
talento, pero no todos podrán conseguir lo mejor”..
Verdaderamente leer
aquellos artículos, antes y ahora, contribuye de sobremanera a examinar nuestro
pensamiento y estilos de gerenciamiento y procurar entender o determinar si
estamos en el camino y la dirección correctas.
En términos de
tecnología, sin lugar a dudas sentimos de manera indubitable los cambios
producidos. De manera también evidente, en esta década pasada, han surgido nuevos hábitos de consumo, como ser por
ejemplo, el destino otorgado a las comunicaciones (telefonía celular) o la
imponente presencia de las redes sociales en nuestras vidas.
Como señalara en otros artículos, tenemos el gran
desafío de gerenciar organizaciones ajustándonos no solo en lo tecnológico sino
en lo profesional, me refiero al trato con la gente, al manejo de situaciones y
a la búsqueda del éxito.
Somos las mismas personas de hace diez o más años ?
Definitivamente no. Son las nuevas generaciones igual que aquellas, de inicios de la década pasada ? Con algo de razón algunos podrán afirmar, que
el ser humano sigue ostentando la misma escala de necesidades y por ende una
buena parte de nuestras enseñanzas pasadas siguen y continuarán teniendo vigencia.
Sin embargo, lo que debería ser motivo de análisis es si en términos de
bienestar, prosperidad y transformación positiva como individuos y como
colectivo en nuestras organizaciones, evolucionamos, estamos igual o hemos
retrocedido.
La mayor accesibilidad al conocimiento, verdaderamente
ha hecho posible nuestro crecimiento interior (espíritu, valores) e intelectual
? La mayor experiencia a través de la multimedia, ha favorecido a encender
nuestra curiosidad en pos de una mayor comprensión de la realidad y el
fortalecimiento de nuestras capacidades predictivas o proyectivas ? Otorgamos
el espacio suficiente en las organizaciones para explorar más profundamente las
distintas opciones o cursos de acción, fundados en una mayor apertura para el
debate, la experimentación y los nuevos conocimientos ? De
que manera valoramos o remuneramos el conocimiento aplicado por nuestros
colaboradores ? Prevalece aún el condicionante precio de mercado, que no es
otra cosa de establecer topes a nuestra conveniencia, para recompensar ideas
como si fueran unidades de manufactura o ventas cerradas a través de la firma
de un contrato por parte de un cliente ?
La sociedad del conocimiento debió haber traído
aparejado, a estas alturas una mayor prosperidad y bienestar a todos los
niveles en las organizaciones. En general la percepción es que aún no ha
ocurrido, sin embargo debemos decir que existen un sinnúmero de instituciones
que si lo han logrado.
Hemos de procurar
flexibilizar nuestros esquemas decisionales. Nuestros colaboradores tienen que
ocupar mayores espacios no solo en lo operativo sino en el proceso de
deliberación. De este modo nos estaremos acercando cada día más, a aquellas visiones del futuro, que nos hiciera
el gran Peter Drucker hace más de diez años
Pablo, este tema es interesante. A nivel personal la era de la tecnología de la información y el conocimiento me ha abierto canales científicos que no los había anticipado. No obstante, los requisitos son dos: (i) uno obvio, el idioma, el esperanto tecnológico que es el inglés; (ii) no quedarse sólo con la información sino con el conocimiento científico, lo que implica transformarse en un aprendiz avanzado de la ciencia que también tiene su esperanto, las matemáticas y el pensamiento avanzado y sazonado. Con estos pre-requisitos, la tecnología está disponible a cierto precio de mercado también. No obstante, el poder transformador de esta fuerza es enorme para el que se dedica a estudiarlo con seriedad y profundidad. Todo este conocimiento está generando permanentemente nuevo conocimiento y vemos una explosión exponencial de innovación y ciencia. Tiempos gloriosos nos esperan. Un abrazo y éxitos en tus proyectos.
ResponderEliminarUf ! Emilio, es un verdadero privilegio recibir tus comentarios, por cierto muy aleccionadores. Gracias por haber aceptado la invitación a suscribirte al blog. Ello me compromete mucho más con la producción de artículos. Me quedo con tu bello final..."tiempos gloriosos nos esperan". Así sea.
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