Corregir sin desmotivar

El tema no es asunto menor. Aún cuando transitamos la segunda década del siglo 21, siguen siendo frecuentes las expresiones de queja y repudio de empleados de distintos niveles que se resienten por malas prácticas en este sentido. No es solo un problema que atañe a obreros, también afecta a ejecutivos. Muy a pesar inclusive, de alguna formación universitaria encontramos supervisores que se parecen más a maestros de viejas escuelas o sargentos que con prepotencia buscan reafirmar equivocadamente su liderazgo. Gerentes exitosos asi? Absolutamente lejos de serlo si continúan por este camino.

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