Conflictos & Gestión de Talentos

En estos días un estudiante acudió a mi para socializar acerca de una situación en su lugar de trabajo que según me cuenta, no esperaba. Independientemente a los detalles del hecho, valió la pena la consulta pues hoy estamos usted y yo reflexionando sobre un tema también cotidiano entre gerentes exitosos.

Un experimentado capacitador, insistía que en situaciones de conflictos, el que más responsabilidad tiene es quien  aún conserva un resto de cabeza fría para darse cuenta de la situación y evitar que se eche todo por la borda con sus consecuencias.

Por otra parte, conviene recordar que los conflictos evidencian en una buena cantidad de oportunidades, las frustraciones, complejos y diversas dificultades que atraviesan ambos o al menos uno de los involucrados y que generara semejante situación. Muchas veces, uno no ve venir el conflicto. Tal vez eso sea una de las cosas que más nos incomodan. Otras veces la molestia o sorpresa se debe a la persona con quien ello ocurre.

El conocido conferencista Alex Dey mencionó una frase, que al menos a mi, me ayudó a evitar muchas situaciones que hubieran ocasionado mucho pero mucho daño..."Un momento de ira, puede acabar con todos tus sueños". En esta oportunidad, la comparto también con Usted amigo lector, con la esperanza que le ayude tanto como a mi.

Un hecho que se nos puede presentar, es que ya sean colegas, superiores (circunstanciales) o subordinados, provienen de distintas escuelas o experiencias laborales anteriores. Muchos, se han formado a fuerza de mucho trabajo, pero también de humillaciones, malos tratos, prepotencia, arbitrariedades e inclusive traiciones o delaciones. Naturalmente esas escuelas dejan huellas y no tardan en manifestarse negativamente en la siguiente oportunidad de supervisar o gerenciar.

Claro está que bajo esas circunstancias, lejos también estaremos  de hablar de Gestión de Talentos, porque en vez que de aflore lo mejor de las personas, aflorarán actitudes defensivas,  con escaso entusiasmo y por lo tanto menos resultados de los que se podría lograr.

Convendrá entonces, tomar las bitácoras de nuestras vidas y anotarlo como un suceso más que ha ocurrido. Recordando siempre que en la empresa no es obligatorio hacer amigos, solo mantener relaciones cordiales o de cooperación  (los afectos no tienen por que forzarse), habrá que recordar los proyectos a largo plazo, esa independencia profesional anhelada o a quienes verdaderamente nos aprecian y confían en nosotros.

 Recordemos también, que no todos (o tal vez menos de lo que imaginamos) son capaces de acercarse a la verdadera felicidad. Posiblemente esa pueda ser una de las razones del conflicto (de fondo). Para terminar, siempre tengamos en cuenta que "vida es demasiado corta para no ser feliz en el trabajo", y si las cosas llegan a determinado punto, no tenga  dudas en cambiar de rumbo. Después de todo, no hay empleo insustituible (a veces eso nos hacen creer) o mal que dure cien años. Uno de los factores más resaltantes para que alcance el éxito en su carrera como gerente es que sienta que lo que está haciendo lo acerca a la felicidad o lo hace feliz, si así no fuere, ya no permita que nadie ni nada se interponga entre usted y ese maravilloso estado para el cual hemos sido creados.

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