Días atrás tuve una reunión de negocios en una importante multinacional. Al cabo de unos minutos me di cuenta que todos mis interlocutores tenían menos de veinticinco años. A la vez de hacerme reflexionar, tuve una sensación de alegría o esperanza pensando que pronto será esa generación la que gobierne el mundo.
Podríamos decir, que es un fenómeno mundial la mayor facilidad con la que se puede acceder a estudios universitarios. Lo mismo ocurre con el aprendizaje de idiomas, carreras técnica, estudios secundarios, etc... Aún en países emergentes o sub desarrollados, las posibilidades son mucho mayores que en el pasado. Esto contrasta en muchos casos con la falsa sensación de muchos, en el sentido de creer que por "portar" un título, el futuro estará asegurado. En cambio, al culminar sus estudios universitarios, engrosan las listas de desempleados como si no los hubieran cursado. Es que en ellos, predomina aún el pensamiento tradicional o de nuestros mayores que pretendían para sus hijos "el título universitario" como meta. También encontramos aquellos que, por desvalorizalo, no consideran ya la universidad como opción válida, precisamente por los resultados que ven en muchos de su generación.
En medio de estos extremos, convendría orientar a las nuevas generaciones a que asuman que el presente y el futuro, para nada se parece al de tan siquiera la generación anterior y que la competititivad radica en lo que saben y lo nuevo que pueden aprender en corto tiempo, para lo cual deben incorporar la disciplina de continuar formándose o de lo contrario quedarán fuera como aquellos que se están retirando por edad u otras causas.
Independientemente la vocación que tengan, sea comercial, meramente tecnológica o humanista por así decirlo, la disponibilidad de información tan abundante es evidencia clara que quedan pocas excusas para confiarse solo en habilidades o técnicas para desempeñar labores. Muchos jóvenes creen que aún pueden comenzar a trabajar duro a partir de los veinticinco años. La realidad es que en la mayoría de los mercados laborales, a esa edad ya prácticamente deben estar fuera de la universidad con sólidos conocimientos dispuestos a almacenar kilometros de experiencia en cargos cada vez más volátiles o cambiantes.
Insisto en el hecho de que debemos despertar al resto de los jóvenes que aún no lo han hecho. En paralelo, deberíamos si, mantenernos en la posición de recordarles la importancia social de la labor que desempeñen, prevenirles acerca del consumismo y fundamentalmente, reforzar aquellos valores espirituales o metafísicos gracias a los cuales, evitemos generaciones ultra materialistas sin ética ni percepción de su energía interior como parte de un todo al cual pertenecemos.
Sitio destinado a lecturas breves para la reflexión de directivos, gerentes y ejecutivos.
Habilidades Gerenciales
Entre los temas que más se destacan en el Management o gerenciamiento, encontramos claro está el de las habilidades gerenciales. En torno a esta cuestión, tanto los estudiosos de la materia como operativamente, los responsables de evaluar y contratar personas, permanentemente elaboran teorías y distintas maneras de cuantificar resultados.
De manera particular, considero que el tradicional esquema entre los distintos tipos de habilidades que alguna vez aprendimos en la universidad, tiene vigencia. Sin embargo, creo que un factor clave en la aplicación de las habilidades gerenciales (como eje transversal), son las atribuciones concedidas.
Si graficáramos los niveles de atribuciones y posibilidades de tomar decisiones de un gerente, nos encontraríamos que en las empresas familiares, son sumamente acotadas, en cambio a medida que las organizaciones crecen y se despersonaliza la figura del “dueño”, estas aumentan muy favorablemente. Alguien dirá tal vez, que la ventaja de desempeñarse en una empresa pequeña o familiar, es que las cosas se resuelven más rápidamente, sin embargo, la velocidad está sumamente condicionada a la disponibilidad de las personas, sus estados de ánimo o sus pareceres, que no siempre tienen un sustento profesional o técnico.
Conozco empresas donde un gerente tiene que pedir autorización o el parecer del dueño hasta por sumas inferiores a U$S 100. Todos nos preguntaremos, entonces para que nombrar gerentes en estas condiciones. Definitivamente una función es la de mostrar un organigrama robusto ante terceros. Otra es la de dar órdenes, verificar que las cosas se hagan conforme a una instrucción recibida. Sin embargo, es altamente frustrante el hecho de que a la hora de elaborar cursos de acción para solucionar un problema o accionar en pos de lo que se considera la mejor alternativa, sobrevenga el bloqueo de carecer por completo de atribuciones para ello.
Por esta y otras razones es que no resulta fácil asumir un cargo gerencial. Las cuestiones aquí abordadas, en general, no son estáticas sino que son dinámicas, aunque de manera evidente, conforme al tipo de organización que analicemos, hay tendencias que prevalecen todo el tiempo.
El gerente debe estar técnica, conceptual y críticamente preparado para afrontar situaciones y defender su posición. Como hemos señalado en otras oportunidades, habrá momentos de la verdad, donde tenga que insistir sobre lo que considera conveniente y afrontar las consecuencias. Será importante también, la reflexión de directores y dueños de negocios propios en el sentido de reconocer y valorar los conocimientos y experiencia de sus gerentes y generar mayores espacios para su desempeño. De lo contrario, su dinero no rendirá los frutos esperados y en poco tiempo, desmotivado, el profesional contratado buscará nuevos horizontes en pos de ser un gerente exitoso y bien remunerado.
Buscando lograr un año mejor
Siendo el segundo día del Año 12, me pareció oportuno que reflexionemos juntos acerca de los propósitos que normalmente procuramos hacer en esta época. Afortunadamente muchos pensadores, consejeros o guías espirituales recomiendan que escribamos lo deseado, que planifiquemos, que hagamos un examen. En verdad, son muy buenas prácticas y todos deberíamos llevarlas a cabo.
La cuestión de raíz es procurar identificar y definir en nuestras vidas, que es lo que verdaderamente queremos. Si bien parece obvio, considero que a la hora de concretar, no siempre es tan fácil. Primero deberíamos ir de lo general a lo particular. En general, tendemos a comenzar por los detalles o por la conclusión, tal como desear aumentos de salarios, una casa nueva, un auto, aprobar los exámenes o cosas así. En este sentido, conviene primero determinar que tipo de vida queremos tener. Sin temor a escribirlo, deberíamos considerar o evaluar, en que medida la vida que llevamos se encuentra acorde a esa, que verdaderamente quisiéramos vivir. Me refiero a ser y hacer las cosas que en lo más profundo de nuestro ser tenemos y creemos que querríamos. Posiblemente muchos se encuentren con la dificultad de no estar seguros de ello o nunca habérselo planteado de ese modo. La propuesta viene, porque no sería la primera vez que nos encontramos con el hecho de estar teniendo cosas, con esfuerzo, créditos y estrés invertido y resulta que al cabo de algún tiempo ya no nos proveen esas sensaciones o satisfacciones que creíamos que iban a proporcionarnos. Hay que atreverse a poner en papel lo que en verdad queremos. Ese debe ser el verdadero punto de partida. Y si nos damos cuenta que aún no lo sabemos, pues habrá que trabajar en ello hasta lograrlo.
No siempre o no todos desean o están dispuestos a trabajar por el resto de su vida doce o catorce horas bajo un jefe, planes ajustados y pocos niveles de autoridad para lograr un ingreso tal que le permita adquirir una casa a pagar en veinte años, un auto del modelo del año a pagar en cinco, tarjetas de crédito casi al límite para pagar gustos del momento, vacaciones por quince días a pagar durante el año, colegios caros para sus hijos y ningún margen para ahorrar algún dinero….consumiendo al máximo energías físicas e intelectuales en una vorágine de año rogando que todo siga igual para que no nos caigamos como dominó.
Hay que tener valor para vivir y pagar el precio por la manera en que verdaderamente queremos transitar la vida. Pero si tenemos la valentía suficiente, hemos de plantear cuales son las condiciones necesarias, disponernos a que el tiempo transcurra, perseverar y lo más importante…..Una vez que lo tengamos en el pensamiento y lo comencemos a desear, dejar que el Universo haga su parte para que se concrete.
Personalmente a mi me llevó casi la mitad de mi vida, entender que somos fruto de aquello, que alguna vez deseamos ser o aquello que alguna vez tuvimos en nuestra mente (con miedos y bloqueos incluidos). Por lo tanto, lo que quiero ser este año y el resto de mi vida, será lo que deseo hoy, lo que tengo en mi mente hoy. En la medida que me enfoque adecuadamente lo lograré. De lo contrario, igual ocurrirá, pero ocurrirá como conciente o inconcientemente lo he enfocado y he aquí la enorme diferencia.
La propuesta tal vez no luzca sencilla, pero dada su importancia y seriedad, nadie dijo en ningún momento que lo fuera. Recordemos entonces….Atrevámonos a identificar, como queremos vivir, sin prejuicios ni obstáculos, procuremos visualizarlo, entendamos que hay un camino que recorrer y luego, con mucha paz, apelemos al Universo para que haga su parte.
Ya estamos en el Año 12! Te deseo un excelente viaje.
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