Hace unos días un encontré un alumno en la universidad con un aspecto de persona muy abrumada. Me sorprendió porque normalmente suele ser muy animoso y participativo en clases. Me explicó que en la empresa donde trabaja se están produciendo iniciativas que derivan en la implementación de planes de distinta índole y que, aún cuando es estudiante de Administración de Empresas y ya algo va entendiendo, lo que más percibe es sobrecarga de trabajo y complicaciones en el presente y futuro.
Es bastante frecuente, encontrarnos que en las organizaciones con la concurrencia de planes emanados de la dirección y/o emanados de la alta gerencia, vinculados por ejemplo, a la estrategia. Por otra parte, el departamento de recursos humanos, lleva a cabo un programa vinculado a nuevos parámetros de la evaluación del desempeño. A su vez, como se trabaja bajo las normas ISO, hay que participar de los comités de calidad y hay que tener al día el llenado de los formularios de rigor. La gerencia de marketing, ha reformulado su plan integral donde constan nuevas planillas para el control de presupuestos y reportes para registrar actividades. Por último, el comité de responsabilidad social, incluyó varios nombres de nuestro departamento y semanalmente tienen agendadas reuniones de evaluación y realización de visitas.
Sencillamente, podemos preguntarle a ese supervisor o ese gerente operativo (ya sea administrativo o comercial), que le parecen los planes implementados y con seguridad, nos dirán que para ellos es solo más trabajo, descuido de sus tareas inherentes y preocupación por los resultados operativos diarios.
Hemos de considerar permanentemente la cuestión porque no es asunto menor. Seguramente el lector se preguntará, como hacen las grandes organizaciones entonces. La respuesta es, que tienen primeramente bien en claro hacia donde quieren ir y cuales son sus prioridades. Por otra parte, analizan objetivamente la disponibilidad de colaboradores y estan dispuestos a invertir en más cantidad de personas u horas de trabajo para llevar adelante un plan general con sus distintas facetas.
En otro artículo de este blog, hacíamos referencia a otro aspecto muy importante también. Me refiero al desafìo de manterner las cosas lo más simples posibles para llegar lo más directo y rápido a donde queremos llegar. Evidentemente, existirán siempre procesos complejos debido a su naturaleza o características de lo que se pretende realizar, pero, hemos de consensuar que en las organizaciones hay muchas cosas, que, pudiendose hacer de manera fácil se han complicado por efectos de la burocracia.
Explicar la importancia o el valor de cada plan es muy importante para lograr la adhesión de nuestros colaboradores. Pero de nuestra parte hemos de considerar mucho antes, que es lo que está en curso y en que medida puede hacerse de manera simultánea lo que se propone hacer. Habrá que tener valor y suficiente franqueza con nuestros superiores para sugerir cambios en lo que se esté haciendo, o por que no, dejar de hacerlo. Obviamente nada justifica hacer simplemente "nada" en nombre a concentrarnos en los resultados finales, porque al fin de cuentas, de eso se trata. Recordemos que buena parte de la labor de planear y organizar es precisamente contemplar la racionalización de recursos. El tiempo de nuestros colaboradores es, precisamente un recurso limitado, circunscripto a la misma cantidad de horas siempre o casi siempre, distribuidas en las tareas más apropiadas para lograr el máximo rendimiento. No pequemos por defecto pero tampoco por exceso. Nuestro desempeño como gerentes, también será evaluado por la administración apropiada de los planes en curso y una selección de estos tal, que verdaderamente nos hagan cada día más exitosos.
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